La cifra de muertos por el brote de un nuevo coronavirus surgido en China se elevó a seis el martes, después de que las autoridades reportaron un fuerte aumento de casos en momentos en que cientos de millones de personas viajan dentro de Asia para las celebraciones por el Año Nuevo Lunar.
Autoridades en varias partes del mundo ordenaron reforzar los controles en los aeropuertos para los viajeros procedentes de China.
Los últimos datos del virus que apareció primero en la ciudad central de Wuhan están espantando a los mercados financieros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) convocó a una reunión para el miércoles en Ginebra en la que podría declarar una emergencia sanitaria internacional.
La Comisión Nacional de Salud de China dijo que había 291 casos de virus hasta la noche del lunes, pero las provincias del país han estado actualizando la información constantemente y para el martes era evidente que el brote de estaba propagando.
Wuhan, capital de la provincia Hubei, ha confirmado 258 casos y seis muertos, según dijo el martes el alcalde Zhou Xianwang a la cadena de televisión estatal.
La Comisión Nacional de Salud dijo que se reportaron otros 14 casos en la provincia de Cantón, cinco en la capital Pekín y otros dos en Shanghái para la noche del lunes.
Pero el martes se confirmó la propagación de la enfermedad en más lugares de China, ya que la provincia de Zhejiang informó de cinco casos, y la ciudad norteña de Tianjin dijo que detectó dos contagios.
"La información sobre infecciones recientemente reportadas sugiere que ahora podría haber una transmisión sostenida entre humanos", dijo el director de la OMS para la región del Pacífico Occidental, Takesji Kasai, en un comunicado enviado por correo electrónico.
Más chequeos en aeropuertos
La situación recordó el pánico experimentado por el brote de Síndrome Respiratorio Agudo y Severo (SARS), otro coronavirus que apareció en China 2002-2003 y que resultó en la muerte de casi 800 personas cuando se convirtió en una epidemia global.
Ya se han identificado dos casos en Tailandia, uno en Japón, otro en Taiwán y uno más en Corea del Sur, mientras que Filipinas informó el martes de su primera sospecha de contagio.
En Taiwán, que tiene fuertes lazos económicos y vínculos con China a pesar de las tensiones políticas, las autoridades tienen planes para responder a una eventual epidemia y se disponen a establecer un centro de comando en la isla para enfrentar la propagación del virus. Se alistaron más de 1.000 camas en aislamiento en caso de que la infección se siga extendiendo.
La creciente ansiedad golpeaba a los mercados de la región. El yuan cedió 0,6% en las operaciones domésticas, su mayor caída diaria contra el dólar desde el 26 de agosto, mientras que las acciones de aerolíneas y empresas del sector de turismo bajaban en toda Asia.
El virus puede causar neumonía, con síntomas que incluyen fiebre y dificultades para respirar. Es necesario realizar exámenes adicionales para detectarlo porque los síntomas pueden ser muy similares a los de otras enfermedades respiratorias.
El origen de la nueva cepa aún no ha sido identificado, pero es posible que la fuente primaria sea animal, de acuerdo a la OMS. Funcionarios chinos han vinculado el brote a un mercado de pescados y mariscos de Wuhan.
"El brote de un coronavirus parecido al SARS en Wuhan se está convirtiendo en un enorme riesgo potencial para la región del Asia-Pacífico ahora que la evidencia apunta a que la transmisión se produce directamente entre humanos", dijo Rajiv Biswas, economista jefe del Asia Pacífico para IHS Markit, en un comunicado.